lunes, noviembre 27, 2006

LOS DIECISÉIS


Cuando los dieciséis rondaban
sin cautela y sin perdón,
caminaban por las calles
Jorge, Diego, Luisa y yo.
Casi alegre la mirada
con el alma enceguecida
de querer cambiar el mundo,
entre palabras, música y poesía
-Darío, Bécquer, folklore,
los Wawan, Beattles, boleros-
en el encierro esquinero
de algún beso robado
la pasión de lo encontrado
sonrojaba nuestras mentes.
A la noche soñando,
con el Hawai en la mano
-humo haciendo aros-
a escondidas de todos
nos fumábamos el pucho
como el peor de los pecados.
Escribíamos poemas
de amores que no existían
más que en la mente audaz
de esas chiquilinadas.
Oponiéndose a la social
nos hermanaba el encuentro
por ser rebeldes sedientos
de justicia y libertad.

Dieciséis donde andarán,
en que perdido escondrijo
los ideales dormidos
no vuelven a despertar.
Donde estarán los amigos
de andanzas tan humildes.
Si por amor te moriste,
y renaciste en el recuerdo,
desde la tierra te escribo
este encandilado verso,
pueda ser que desde el cielo
lo estés leyendo.

13/06/03
derechos de autor registrados