domingo, febrero 15, 2009

ESTE FEBRERO

Hay en este febrero aromos,
siluetas calmas y frutos dulzones,
espera de pimpollos,
mesa servida de palabras,
horizonte sin sendero
para contemplar desde este cielo.

El mañana sin vuelo.

Hay encuentro en febrero,
copa de vino sin dueño
ni temores acera de tiempo.

Será manos, quizás un sueño.
Luego nada que amerite recuerdos
sólo habernos sabido propietarios del beso

Elisabet Cincotta

derechos de autor reservados

7 comentarios:

Unknown dijo...

Febrero, un segundo mes de verano, con calor y con tu tango que vibra y sueña a través de ti, abrazos de Julia

josé lopez romero dijo...

Tus textos son una vereda arbolada, una callecita perdida entre pequeños bares de poetas y locos que buscan el agua de la vida en sus vuelos trasnochados. Llevas estampas de barrio, de esos distintos a los míos, donde a veces quisiera escuchar, como antaño, el rezo inspirado de un fueyista que ya no está. Mi afecto amiga Elisa.

Migdalia B. Mansilla R. dijo...

Este mes me marca, pero tus versos me hacen soñar dentro del imposible, el haber sido propietaria de algún beso.

Arazos mi admirada amiga y poetisa inmensa.


Migdalia

Retazos y retozos dijo...

Un poema cuyo ritmo engancha.
Tiene la sencillez de las cosas bien hechas.

Juan Ricardo Sagardía dijo...

Elisa mi admiracion es continua, estos versos hacen ver a febrero mucho mas largos que sus 29 dias.
tu mano lo hace posible.
mi abrazo amiga.


SANTOAMOR

MORU*S dijo...

Sencillamente Hermosos tus poemas. ensoñadores. gracias señora bonita
Morus

Leonor Rodríguez Rodríguez dijo...

Elisabet, mi amiga: Vuestro febrero es verano pero el de Asturias, es Febrero el loco.
Te cuento.

Se revuelven los brujos de todo el firmamento, viniendo de fiesta a este cielo nuestro. Se visten con trajes de grandes vuelos, bailan valses al son de la tormenta, formando remolinos que cubren a mi tierra; paraguas, impermeables, todo es poco para frenar los vientos que forman con sus coros. Enfadados se ponen de vernos protegidos, empujan, arremeten, se rien a mandibula batiente, cuando los paraguas salen despedidos o de tanto agarrarlos se dan la vuelta, quedando las varillas todas sueltas. En el descanso de su bailes nos brindan palomitas de copos de nieve, sonrien muy gozosos de ver a la gente con guantes y gorros hechando humos por boca y narices cual locomotoras de vapor que llenan el cielo de sudor. Una vez cansados de vernos abrigados le hacen la corte al sol naciente, éste complaciente se une a la fiesta, brilla con fuerza intensa, calienta a mi tierra de forma desaforada.Ellos rien a carcajadas mirando a la gente como se desabriga musitando locamente unos a otros, Febrero, loco, loco. Luego vuelta a empezar hasta terminar.

Abrazos, espero te rias un poco.
Leonor.