viernes, enero 06, 2012

EN LA ESPERA


VI




Y camino




trasgredo el día
para qué




la noche está cerca




©Elisabet Cincotta

miércoles, octubre 26, 2011

MI VIEJO

.........Sin duda el cuore suyo se hizo grillo...

.................y su mano cordial es una planta...

................Julián Centeya



Mi viejo de rutina y manos grescas
herramientas del laburo
lejano en sus ojos a otro mundo
donde existiese la bondad y poca queja


navegante de los mares
cansado por no estar junto a sus hijos
fue sumiéndose en la tristeza
un día crecieron esos niños
él no supo en qué momento
avanzado en el tiempo
les brindó su sencillo aprendizaje
sabiduría del más alto linaje
que sólo la calle enseña


otro día observó que sus amigos no existían
se dejó llevar por la melancolía
cerró los ojos una tarde
y se perdió en otra vida


en el ocaso resuena mi viejo
cuando pierdo rumbos
y desde el rincón de mil recuerdos
anochezco de su mano todavía



©Elisabet Cincotta

domingo, julio 31, 2011

PLENITUD





desnuda se desliza
sobre el tiempo
finitud abstracta
que se mide desde el ser
en la penumbra

nueve lunas vestirán
de calidez el cuerpo

ella/ permanece
abrazada a la instancia
del futuro
extensión
de sus fluidos

mientras su luz se mueve
y el vientre germina vida

©Elisabet Cincotta

lunes, mayo 09, 2011

GARÚA



................................................."garúa tristeza"
......................................................Enrique Cadícamo


Corre la garúa
por los grises
juega rondando mejillas
de calles inundadas de poetas

un bache canta con voz de vino
las bocinas bacilan la pollera
el viento suspira entre sus piernas

ella pierde la mirada

él la recoge azul entre palmas

el obelisco colorea tristeza de llovizna
mientras vos/ transeúnte
replegás madrugadas de laburo
y la garúa sorprende con barro la rutina


©Elisabet Cincotta

sábado, noviembre 27, 2010

S/T


I



"y mis manos aún
guardan tu partida."
Liliana Varela



Y mis manos están tiesas
cerrados puños enfilan el adiós

fue azar entrar por tus hendijas
en la desolación del paisaje

arrimar noches garúa
al intento de armar
un amor muralla
que nos permitiera
llorar otras partidas

pero ni vos ni yo
ni quién logra enraizar
afectos desde el socorro
de un milagro mal parido

y mis manos se fueron
de tus manos

afilar la ida
deslizar la noche

entre los dedos
aún guardo tus dedos
en señal de despedida

©Elisabet Cincotta

miércoles, agosto 18, 2010

EPÍSTOLA II



"desierto inerme que sólo busca una tumba como el errante."

Liliana Varela




Tierra de tiempos, 3 de enero de 2010



Y eras el errante ¿en busca de qué? Sí, quizás la lápida que te nombre, por eso la vida-orgía, el derrame de placeres, el juego, la mentira del amor.

Recibí tu carta, no me perdonás haberme alejado. Claro, tu orgullo herido hace que retengas los tiempos de amalgamas. Nunca te contesté. Hoy decido escribirte desde este Buenos Aires gris y húmedo... tan frío. Pego la nariz a la ventana, mi aliento la empaña, escribo tu nombre y te digo adiós, mientras el Obelisco me devuelve un mundo malabarista que se despliega, en cada semáforo, pidiendo una moneda por la payasada que la vida les ofrece, ellos: los hombre-calle, los niños-lluvia.

¿Te vas?- me preguntaste en tu mal habido castellano y tu insuficiente amor... el mío también. No nos retuvimos, no nos seguimos, fuimos nombres en memoria.

Vuelvo a la hoja-vidrio, redondeo el adiós con trazo firme y redondilla.

Ves- te digo- allí viene él con su boina anárquica, su jean desgastado, la lluvia lo moja. Él es feliz resguardando su libro de Juarroz, leerá poesía, cebará unos mates lavados, y desde algún oculto abrazo me coronará con un jazmín, robado quién sabe dónde. Luego haremos el amor con ritmo de gota, con pausa de escampe y ruido de trueno.

Desde esta tierra de tiempos te abrazo por última vez, soplo tu nombre hacia el reflejo que la calle enciende con la lluvia. Mañana saldrá el sol y ya no existirán ni nombre ni reflejo. El amor hará perder algún vestigio de recuerdo en la memoria del olvido.

Mi desierto ha florecido.

................Yo, la que bendice al amor



©Elisabet Cincotta

domingo, enero 31, 2010

EPÍSTOLA I



....................Y después de la lluvia...tal vez asome un nuevo color.
...............................................................Liliana Varela



......................Tierra de tiempos, 2 de enero de 2010


Fue un tiempo y una tierra donde anclamos la memoria entre luciérnagas de besos y roces lujuriosos. Allí fuimos esperanza para poder seguir marchando en senderos diferentes, pautas sin voz marcaron cada encuentro. ¿Los recuerdas?
En ese tiempo la tierra era de nadie, entonces la tomamos, la llamamos nuestra y alborozamos las cándidas estelas que la ciudad nos regalaba, el cuarto, la luz vedada y el camino por tu cuerpo-mi cuerpo.
No teníamos permitido el amor etéreo, sólo aquel que martirizara el goce con los reflectores de los dedos recorriendo zonas subyacentes de deseo.
Y después la lluvia y otro color asomó junto a ella, y te amé, glorioso amor, te amé.
Entonces me fui, no debía amarte. Nunca lo comprendiste, ahora, seguro que tampoco, porque para comprenderlo hace falta sentir al amor inundando los sentidos y más allá, el recuerdo.
Hoy te sueño entre espumas solitarias, incomprensible ¿no?
En la tierra de los tiempos se puede amar y besar la imagen sin sombra, se puede decir un nombre, gritarlo, arrancarlo de la garganta y sucumbir íntegro... pero tú no lo sabes, no puedes... la razón es muy sencilla: no has amado.
En esta tierra, cuando llueve, la algarabía trae nostalgia, palabra y la silueta de quien se ama, esta tierra es mi cuerpo que conoce el amor y por eso es feliz desde el tiempo hasta los tiempos, siempre...

......................................Yo, la que se bendice


©Elisabet Cincotta

miércoles, diciembre 30, 2009

jueves, octubre 29, 2009

DOS HISTORIAS



Con él caminé veredas,
barrio, tango y amapolas.
Sembré de vértigo ausencias,
su mantel, el pan horneado.
Aticé hogueras en barro-horno.
Descubrí mañanas de glicinas,
calandrias, benteveos.

Él rozó lo efímero del silencio,
encerró su canto para lucir palabra.
Bailó milonga entre mis brazos
y sostuvo la luna con su aliento.

Ambos parimos verso a verso
el poema de dos historias,
apenas nos separaba un muro
vencido en primavera.

Y fuimos melodía, adoquín, farola,
Corrientes, obelisco, noche
y distancia que no es distancia
cuando la palabra nos congrega.

©Elisabet Cincotta

ELLA ESPERA




Ella desea la última palabra
redención de tantos desaciertos
la misma que brinde la alegría
de haber costeado los espantos

Ella está desahuciada de lamentos
angustia de despedida sin perdones
oscurece el día aunque la rosa inicial
de primavera otorgue lágrima rocío

Tiembla el pulso otrora firme
quema el olvido entre papeles
no fluye la palabra y sigue
ostentando avances sin dejar huella

Así ceñida de errores ofrece manos
su dolor es más fuerte que la espera
sabrá que no habrá rencores sin la frase

sin embargo aún la espera

©Elisabet Cincotta

lunes, octubre 12, 2009

SE ME ACABA


Se me acaba el tiempo.
La palabra no será más mía.

Se me acaba el camino.
La letra nueva
nunca será escrita.
La mano permanecerá ceniza
y será ruptura la trama
del poema inconcluso.

No habrá más lectura,
ni café, ni soles
que remonten el ánimo,
ni será que sueñe
la danza en sus brazos.

Se me acaba el tiempo.

El tango, sigiloso,
se acomoda, a mi lado,
para susurrar bandoneón
-tristeza- y recabar quebranto

©Elisabet Cincotta