La vieja glorieta redunda glicinas.
El patio violeta se pinta
y la música leve retorna recuerdos.
En el silencio del tiempo
sus manos regocijan valses/
la mirada se empeña en no verlo.
Él juguetea -aún sin quererlo-
El vestido de quince baila ensueños.
Blanca la armonía/blanca la ilusión
del encuentro.
Descalza añoranzas/
enmudece el paso
cuando -tras la bruma de los años-
él se acerca para robarle un beso
Elisabet Cincotta
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