Volver al barrio sin tilos ni empedrado,
naranjas amargas, vereda gris.
Allá la bicicleta da piruetas,
las bolitas se pierden en el hoyo.
Y vos sentado en el cordón
girando la vida
Y yo oliendo el silencio
de gritos infantiles huérfanos de nostalgia.
Volver a ver imágenes perdidas.
No hay ya vecinas en la esquina
abrazadas a la escoba
ni alelíes ni guayabas.
Treinta pisos borran la mirada azul.
Necesito volver de vez en cuando,
desde el alma,
para revivir la memoria.
Y ser tanto yo
entre las sombras de la reja y la mañana.
Elisabet Cincotta
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
8 comentarios:
Es impecable éste poema que danza solo, en la melodia de un tango.
Un abrazo
Tiene tu poema la belleza de las cosas sencillas.
Vale.
Manolo
Elisabet
Nuevamente mis Felicitaciones, "el barrio" esta poesia es un deleite para los jovenes como yo...jajaj
mis mejores deseos
Nene de antes
Que se puede sentir al leer cada poema tuyo, admiración y encanto por tu forma de expresión.
Bellisima actualización.
Besos
Raquel
Eso es: Manolo tiene razón, y nostalgua, la nostalgia que danza y vuela, en tus poemas. Besos, Julia
Muy bello Elisa, mucha nostalgia y sentimiento.
Erika
El barrio... un pedazo de nosotros mismos, que ha quedado prendido entre los juegos infantiles, gente querida y lo que se fue... Un poco, nos vamos yendo con él, entre los recuerdos...
Bella poesía...
Un barrio descripto de otra manera bellísima, nostalgiosa, comparativa. Impecable la vuelta y lo que se siente.Un abrazo. Mercedes
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